Me jubilo dentro de dos meses y soy consciente de ello desde hace bastante tiempo, entre otras razones porque los demás se encargan de recordármelo.
No obstante es una consciencia un poco brumosa; quiero decir, que no me lleva a activarme de una forma sostenida en la construcción de un nuevo proyecto vital.
He realizado, eso sí, las gestiones correspondientes para activar el cobro de mi pensión en su momento, pero mantengo mis rutinas que giran alrededor del elemento que precisamente desaparece: el trabajo.
No me apetece demasiado enfrentarme racionalmente al hecho de que tendré que rehacer mi vida.
Me desazona y lo demoro; me digo: ya lo irás organizando, no tengas prisa.
Jose Angel Azuara talento seniorslab en estado puro
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